Primer plano
TRENDWATCHING EN EL MUNDO DEL DISEÑO
Existen diferentes maneras de definir las actividades de trendwatching ya que, al tratarse de un estudio cualitativo, puede desarrollarse en cualquier ámbito social y cultural. Para entender mejor en qué consiste el trendwatching, es necesario definir qué se entiende por tendencia.
Por tendencia se entiende una variación de los hábitos, en la sociedad o simplemente en sus gustos, durante un intervalo de tiempo medio, debida a preferencias que se imponen tras eventos muy influyentes –como ferias, exposiciones internacionales, semanas de la moda, etc. – o que proceden de culturas emergentes capaces de dictar tendencia –como está sucediendo en los últimos años en África.
El proceso sobre el que se basa el nacimiento –o el retorno– de una tendencia inicia, precisamente, en los hábitos y las costumbres de las personas de una sociedad: cuanta más gente adopta una manera de hacer o sigue estilos que se refieren a una determinada tendencia, más pasa a ser común y se convierte gradualmente en normal.
En el mundo del diseño, todo esto implica el nacimiento, la modificación o la reaparición de estéticas, colores y formas que, por varias razones –por ejemplo, el uso por parte de grandes marcas, diseñadores o arquitectos– dictan tendencia y, por lo tanto, influyen en las demandas del mercado en los años sucesivos.
Por lo tanto, el objetivo del observador de tendencias en el mundo del diseño es monitorizar continuamente una serie de elementos clave, no solo estéticos, para obtener indicaciones importantes que permitan analizar globalmente cualquier tendencia individual.
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Intro
Tendencias 2019/2020
Vivimos en una época de incertidumbre y desconfianza, en la que los estilos de vida son cada vez más complejos. Además, la hiperconectividad en la red, elemento imprescindible en la vida cotidiana contemporánea, a menudo causa alienación con respecto a la naturaleza, las relaciones humanas y la búsqueda de la espiritualidad individual.
Por esto, el hombre busca un lugar donde refugiarse del presente y lo hace con el objetivo de alcanzar, por todos los medios posibles, una vida basada en el bienestar, una isla feliz en la que todos querríamos vivir.
Pero ¿cómo construir este refugio? En principio, está la voluntad de mirar al pasado, como tendencia cultural masiva, que se opone al deseo innovador de confiar completamente el futuro a la tecnología.
En el primer caso, mirar al pasado constituye una especie de operación nostálgica, que toma como referencia los años rugientes de la posguerra (los cincuenta y sesenta, de ahí el nombre de la tendencia Dolcevita) y los años de las revoluciones, que van desde Woodstock hasta los primeros años ochenta (Wonderland). Y si no se puede prescindir del minimalismo contemporáneo que identifica la tendencia del presente de vaciar y esencializar lo más posible (Color of Silence), al mirar al futuro es posible distinguir dos momentos fundamentales: 2030, que no es tan «futuro», identifica la tendencia Eco-Logic en la que el conocimiento sobre los daños causados al planeta, por ejemplo por el uso excesivo de plásticos o por las emisiones de CO2, han hecho que las personas se concienciaran de tal manera que, hoy, se sienten obligadas a buscar (y con rapidez) respuestas que puedan hacer frente a esta catástrofe medioambiental; 2091 es el año en que encontramos la tendencia Login, caracterizada por el deseo de lo nuevo y en el que la innovación y la técnica generarán nuevos lenguajes, nuevas herramientas y nuevos desafíos, transmitidos por un mundo de alta tecnología cada vez más desmaterializado.
Por lo tanto, en estos universos, las palabras nostalgia, conciencia, sostenibilidad y tecnología desempeñan un papel cada vez más importante y guían al hombre en la búsqueda de ese bienestar entendido como un lugar al que escapar para superar la era de incertidumbre que está viviendo.